Málaga ha sido declarada Conjunto Histórico ya que pocas ciudades en el mundo presentan una superposición tan amplia de huellas del paso de civilizaciones a lo largo de los siglos, tanto de Oriente como de Occidente, en tan reducido espacio urbano. Restos fenicios, púnicos, romanos, árabes, etcétera, convierten el centro de la ciudad en un auténtico palimpsesto histórico en el que conviven monumentos como el Teatro Romano, la Alcazaba, la Catedral, la Aduana, la Judería y un rico patrimonio arqueológico soterrado.
Alguno de sus principales monumentos están situados en el monte Gibralfaro y sus inmediaciones. De la Mālaqa musulmana se conserva el castillo que corona el monte, construido durante el siglo XIV por Yusuf I sobre un anterior recinto de origen fenicio que también contenía un faro que da nombre al cerro (Jbel-Faro, o monte del faro). A los pies de Gibralfaro se encuentra la Alcazaba, significativa fortificación palaciega de época musulmana, y en la falda norte de la ladera de la Alcazaba, el teatro romano, edificado a comienzos del siglo I en la época del emperador Augusto.
Tras la conquista cristiana de la ciudad, se construye la Catedral de la Encarnación, de estilo renacentista pero con elementos barrocos; después de dos siglos de obras se interrumpió su construcción y la falta de una de sus torres le ha valido el apodo de «La Manquita». Entre sus más valiosos elementos destaca la sillería del coro, obra del imaginero Pedro de Mena. Junto a la catedral se encuentra el Palacio Episcopal, edificio barroco clasicista con una elaborada portada-retablo.
Parques y jardines
El Parque de Málaga, conocido simplemente como el Parque, es un jardín botánico subtropical paralelo al puerto, formado en terrenos ganados al mar, entre la Plaza de la Marina, al oeste, y el neogótico Hospital Noble y la neomudéjar Plaza de Toros de la Malagueta, al este. Se trata de una avenida de casi un kilómetro de longitud, jalonada con pequeñas estancias, paseos y estatuas, que se inició en 1896. Contiene ejemplares vegetales procedentes de los cinco continentes y adaptados de manera natural a Málaga, constituyendo una rareza botánica en Europa. El parque se encuentra flanqueado por edificios monumentales, como la Casa Consistorial, la sede del Banco de España, el neomudéjar Rectorado de la Universidad, la antigua Casa del Jardinero Mayor y el Palacio de la Aduana, palacio neoclásico del siglo XVIII sede del Museo de Bellas Artes, que destaca por sus muros almohadillados y por las palmeras que flanquean su fachada principal. Junto a este parque se sitúan otros dos jardines históricos: los geométricos Jardines de Pedro Luis Alonso y los aterrazados Jardines de Puerta Oscura, que descienden por la ladera sur de Gibralfaro.
Muy cerca, el Palmeral de las Sorpresas propone un paseo flanqueado por una singular pérgola en un jardín integrado por palmeras, arbustos, plantas y fuentes minimalistas, junto a la lámina de agua del muelle 2 del recinto portuario de la ciudad.
El patrimonio botánico lo completan el Jardín Botánico de la Universidad de Málaga y cuatro jardines históricos situados en el extrarradio que antiguamente formaban parte de villas burguesas y que en la actualidad están abiertos al público. En el extremo norte se encuentran el Jardín Botánico La Concepción y los Jardines de la Finca San José y en el suroeste, el Jardín histórico el Retiro y el Jardín histórico la Cónsula.